Leer | Isaías 41.10 30 de enero de 2014 A lo largo de toda la Biblia, el Señor nos anima a no temer ni a estar ansiosos. Como hijos suyos, no tenemos ninguna razón para temer. Por supuesto, hay motivos para que seamos muy cautelosos en lo que hagamos, pero el pueblo de Dios no debe vivir en un estado de ansiedad. Podemos identificar al menos seis ansiedades comunes: el temor a la crítica, a la enfermedad, a la vejez, a la muerte, a la pobreza, y a la pérdida de un ser querido. Aunque son preocupaciones universales, en realidad son síntomas de algo muy profundo en nuestro interior, que alimenta nuestros temores. Algunas de las causas son: Una sensación fundamental de insuficiencia . Por nuestra manera distorsionada de pensar, muchas veces nos sentimos incompetentes de enfrentar ciertos retos o tareas que sí podemos vencer. La tendencia a fijarnos estándares poco realistas . Podemos ir por la vida tratando de estar a la altura de expectativas muy elevadas que nos hemos ...