Leer | Salmo 34.1-8
28 de enero de 2014
El desánimo puede ser el resultado de diferentes escenarios, pero Satanás es el instigador. Él hará todo lo que pueda para abatirnos, y para que mantengamos nuestro enfoque en las cosas negativas, en vez de Dios.
Una forma sutil de desánimo espiritual es la idea de que no podemos agradar a Dios. Esta es una trampa del diablo que atrapa a muchos cristianos. Si escribiéramos todo lo que pensamos que tenemos que hacer para agradar a Dios, ¿qué tan larga sería esa lista? Pensaríamos que debemos leer más la Biblia, orar más, dar más, y testificar más de Cristo. Probablemente llenaríamos ambas caras de la hoja. Después miraríamos la lista y nos daríamos cuenta de que es imposible cumplir cada una de esas tareas. Esa es la trampa. Lo que agrada al Señor es nuestra obediencia, no el que tratemos de cumplir una lista larga de obligaciones.
La oración no contestada es también otra fuente de desánimo. Cuando presentamos una petición al Señor, Él no la responde necesariamente de la manera o en el momento que nosotros quisiéramos. Cuando ese es el caso, muchas veces nos decaemos, y a partir de allí podemos decidir no seguir orando.
Ayer vimos que poner nuestra mirada en el Señor es esencial para romper las cadenas del desánimo. Cuando busque a Dios, dele gracias por estar con usted mientras se sintió desanimado. Luego, acepte que Él debe tener el control de su vida. Y por último, reconozca que Él es bueno, y que al final hará que las circunstancias sean para bendición de su vida.
Dios te bendiga!
|
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
Comments
Post a Comment