Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó; fueron nuestros dolores los que lo agobiaron. Y pensamos que sus dificultades eran un castigo de Dios; ¡un castigo (Isaías 53:4, 5 NTV)
Valió la pena tal sacrificio? Para mi si valió la pena! Y para ti? Gloria a Dios por Jesús!! Orar sin cesar 2014!
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