If you are unable to see the message below, click here to view . Leer | 2 Corintios 5:17-19 16 de octubre de 2014 John Newton trabajó en uno de los negocios más viles de su tiempo: El tráfico de esclavos. Pero, más tarde, después de recibir a Jesucristo como su Salvador, escribió el ahora conocido himno “Gracia Admirable”, que dice: “Oh gracia admirable ¡dulce es! ¡Que a mí, pecador, salvó! Perdido estaba yo, mas vine a sus pies; Fui ciego, visión me dio”. La fe en Cristo separó a Newton de su oscuro pasado. Ningún pecado es demasiado grande que Dios no pueda perdonar. Sin duda, algunos pecados causan estragos en nuestra vida, debido a sus consecuencias. Tendremos que enfrentar los resultados de nuestras malas decisiones, pero no debemos vivir con un sentimiento de culpa y vergüenz...