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Cómo vencer el desánimo

27 de noviembre de 2012
Siempre que se sienta decaído, lo mejor que puede hacer es ir al libro de Salmos. En el pasaje de hoy, el escritor pregunta: “¿Por qué te abates, oh alma mía? (v. 5). Sorprendentemente, esta pregunta es el primer paso para vencer el desánimo.
Mire hacia adentro. Antes de enfrentar el desaliento, necesita saber qué lo está causando. Si no está seguro, pídale al Señor que le ayude a entender qué está pasando dentro de usted.
Mire hacia arriba. El paso siguiente es levantar sus ojos al Señor y poner su esperanza en Él. Recuerde que el desánimo es común para todos, en algún momento, pero no tiene que alojarse en nosotros. Después de un tiempo, volverá a alabar a Dios por la ayuda de su presencia (v. 5).
Mire hacia atrás. El desaliento es capaz de borrar de nuestra memoria todo lo bueno que el Señor ha sido con nosotros a lo largo de los años. Por eso, en vez de regodearnos en nuestro malestar presente, debemos hacer el esfuerzo de recordar el cuidado y la provisión de Dios en el pasado. Entonces, nuestra fe vencerá al desánimo (v. 6).
Mire hacia adelante. Los planes de Dios son buenos y podemos aguardar con esperanza lo que Él va a hacer en el futuro. Su misericordia nos ayudará en el día y traerá consuelo en la noche. Confíe en que Él hará que todo obre para nuestro bien (v. 8).
Si su enfoque es correcto, usted responderá bien al desánimo. Las circunstancias pueden hacerle pensar que Él se ha olvidado de usted (v. 9), pero su Palabra promete que Él le ayudará y vendrá en su auxilio en el valle del desánimo. Aunque se sienta solo, usted jamás está solo.
Dios te bendiga!
Amen

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