Skip to main content

Correr la carrera con perseverancia


 



19 de junio de 2014

Nadie se despierta en la mañana de un maratón, y decide de repente: ¡Creo que voy a participar en esa carrera! Las competencias de larga distancia requieren mucho entrenamiento. El corredor de maratón pasa meses preparándose. Se levanta temprano y corre hasta el agotamiento físico y mental. Cuida de lo que come, duerme suficiente y corre con regularidad. El principal objetivo de todo este entrenamiento es desarrollar aguante. Aunque no es fácil, la disciplina es esencial para correr un maratón de 42 kilómetros.

Puesto que la Biblia compara a la vida cristiana con una carrera, podemos asumir también que el aguante es esencial para nuestro éxito. ¿Qué es lo que crea aguante espiritual? El apóstol Santiago señala que enfrentar pruebas nos fortalece. De hecho, en Santiago 1.2, 3 (NVI), nos dice incluso que debemos recibir con agrado las dificultades porque “la prueba de su fe produce constancia” o aguante.

Santiago está hablando de la fuerza interior que nos permite afrontar cualquier dificultad sin abandonar la lucha. Un corredor necesita tal fuerza para una carrera. Por eso, aunque el entrenamiento duele, él prepara su cuerpo para poder llegar a la meta. Para los creyentes, el proceso es semejante, excepto que nuestro entrenamiento viene por medio de las pruebas. Cuando enfrentamos diferentes desafíos en el poder del Espíritu, Dios nos fortalece más y más.
¿Enfrenta usted una situación difícil? Dios quiere que confíe en Él, y luego se haga la siguiente pregunta: ¿Estoy dispuesto a someterme a este fuerte entrenamiento hoy, para ganar la carrera mañana?

Comments

Popular posts from this blog

COMMIT TO

In the face of widespread insecurity, fear, and hopelessness, our nation desperately needs your prayers. Join us in praying for our nation, that God will heal our land.

Pablo reprende a Pedro

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, tamb...

El quebrantamiento de Pedro

If you are unable to see the message below, click here to view .     Leer | Lucas 22.54-62 11 de noviembre de 2014 El orgullo de Pedro era un obstáculo para los propósitos de Dios. Cristo buscaba a un siervo-líder para que guiara a los creyentes una vez que Él regresara al cielo. El antiguo pescador era un impulsivo sabelotodo, pero el Señor vio su potencial a pesar de su arrogancia. Por eso, el gran Artesano utilizó una filosa herramienta —la humillación— para quebrantarlo. Cuando las palabras del Señor estuvieron en conflicto con la opinión de Pedro, el discípulo reprendió temerariamente a Jesús. El Salvador respondió con una virulenta reprimenda, tanto para silenciar como para enseñar ( Mt 16.21-23 ; Jn 13.5-8 ). Inclusive, Pedro incumplió su promesa de morir por el Señor cuando lo negó tres veces ...