Skip to main content

Las necesidades no satisfechas


If you are unable to see the message below, click here to view.

 

 

10 de noviembre de 2014
Si Dios ha prometido satisfacer nuestras necesidades, y tiene el poder para hacerlo, entonces, ¿por qué no las atiende siempre de inmediato?
Notemos que en el pasaje de hoy, la promesa de Dios tiene una condición (v. 11). Por tanto, si Dios no está satisfaciendo nuestras necesidades como creemos que debería, es porque tiene un plan diferente, o porque algo en nuestra vida lo está impidiendo.
El pecado. El pecado es una de las razones por la que es posible que nuestras oraciones no sean respondidas. Si Dios ignorara la desobediencia y nos concediera lo que le pedimos, estaría aprobando un estilo de vida pecaminoso.
La holgazanería. Aunque el Señor es la fuente final de todo lo que tenemos, Él nos ha dado la responsabilidad de trabajar para satisfacer nuestras necesidades básicas (2 Ts 3.10, 11). Si usted es una persona capaz de trabajar, pero no está dispuesto a hacerlo, Dios no reforzará su desidia.
Los deseos. Es posible que el Señor no le haya dado lo que usted esperaba, porque sus “necesidades” son, en realidad, deseos. Si Dios ve que sus deseos serán un impedimento para cumplir lo que quiere para usted, es posible que le diga “no”, porque tiene un “sí” que es mucho mejor.
Para evitar sentirse decepcionado, recuerde que las acciones y la identidad de Dios siempre coinciden. Él no premiará el pecado; y sus respuestas a la oración tendrán el propósito de conformarnos a la imagen de Cristo. Por eso, si Él no le ha dado lo que considera indispensable, es porque está preparando una bendición mucho mejor para usted.
Plan de lectura bíblica


Cancelar suscripción | Suscribirse al devocional | Suscribirse a la revista | Contáctenos | EnContacto.org
Conéctese en Facebook | Síganos en Twitter | Envíe este correo a un amigo
Este correo electrónico fue enviado por Ministerios En Contacto: 3836 DeKalb Technology Parkway
Atlanta, Georgia 30340-3604 | Tel: 1-800-303-0033

Comments

Popular posts from this blog

COMMIT TO

In the face of widespread insecurity, fear, and hopelessness, our nation desperately needs your prayers. Join us in praying for our nation, that God will heal our land.

Pablo reprende a Pedro

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, tamb...

El quebrantamiento de Pedro

If you are unable to see the message below, click here to view .     Leer | Lucas 22.54-62 11 de noviembre de 2014 El orgullo de Pedro era un obstáculo para los propósitos de Dios. Cristo buscaba a un siervo-líder para que guiara a los creyentes una vez que Él regresara al cielo. El antiguo pescador era un impulsivo sabelotodo, pero el Señor vio su potencial a pesar de su arrogancia. Por eso, el gran Artesano utilizó una filosa herramienta —la humillación— para quebrantarlo. Cuando las palabras del Señor estuvieron en conflicto con la opinión de Pedro, el discípulo reprendió temerariamente a Jesús. El Salvador respondió con una virulenta reprimenda, tanto para silenciar como para enseñar ( Mt 16.21-23 ; Jn 13.5-8 ). Inclusive, Pedro incumplió su promesa de morir por el Señor cuando lo negó tres veces ...