Skip to main content

Cómo recibir lo bueno de la vida

30 de octubre de 2013
Entre los creyentes hay dos opiniones opuestas en cuanto a la riqueza material. Unos dicen que, para ser realmente espiritual, el cristiano debe tener pocos bienes terrenales. Los proponentes de la idea contraria piensan que la prosperidad es señal del favor de Dios y que, por consiguiente, se puede reclamar por fe lo que se desee tener. Perplejos, muchos cristianos se preguntan: ¿Cuál de las dos es la actitud correcta?
Un obstáculo para responder la pregunta es el concepto que tenemos en cuanto a las “cosas buenas”; por lo general, son las cosas y las experiencias que nos hacen sentir felices.
Sin embargo, desde la perspectiva de Dios, las cosas buenas de la vida son las que se ajustan al propósito y el plan particular que tiene para cada uno de nosotros. Su voluntad incluye prosperidad, buena salud, talentos y oportunidades. Pero lo más probable es que el plan del Señor incluya también algunos períodos de dificultades y necesidades que sean beneficiosos para nuestra vida.
Cuando nuestra visión de lo que es bueno se aclara, estamos listos para entender cómo recibir las bendiciones de Dios. La clave para recibir las cosas buenas de la vida, es buscar al Señor en vez de las cosas que Él tiene para darnos. Muchas veces nos acercamos a Dios con una canasta vacía en vez de un corazón abierto; le decimos lo que necesitamos y esperamos que la llene. Pero un corazón abierto dice: “Señor, solo quiero más de ti”.
Darnos las bendiciones que Él tiene almacenadas está en la naturaleza de Dios, pero Él quiere que sus hijos le busquen por encima de todo lo demás.
Dios te bendiga!

Comments

Popular posts from this blog

COMMIT TO

In the face of widespread insecurity, fear, and hopelessness, our nation desperately needs your prayers. Join us in praying for our nation, that God will heal our land.

Pablo reprende a Pedro

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, tamb...

El quebrantamiento de Pedro

If you are unable to see the message below, click here to view .     Leer | Lucas 22.54-62 11 de noviembre de 2014 El orgullo de Pedro era un obstáculo para los propósitos de Dios. Cristo buscaba a un siervo-líder para que guiara a los creyentes una vez que Él regresara al cielo. El antiguo pescador era un impulsivo sabelotodo, pero el Señor vio su potencial a pesar de su arrogancia. Por eso, el gran Artesano utilizó una filosa herramienta —la humillación— para quebrantarlo. Cuando las palabras del Señor estuvieron en conflicto con la opinión de Pedro, el discípulo reprendió temerariamente a Jesús. El Salvador respondió con una virulenta reprimenda, tanto para silenciar como para enseñar ( Mt 16.21-23 ; Jn 13.5-8 ). Inclusive, Pedro incumplió su promesa de morir por el Señor cuando lo negó tres veces ...