Leer | Romanos 6.1-7
29 de
abril de 2014
He conocido a
personas que saben que Dios las ha llamado a hacer algo, pero están tan
enfocadas en lo que piensan en cuanto a sus capacidades, que siguen diciéndole:
“Es que no puedo”. ¿Sabía usted que esa es una forma de rebelión? Es decirle al
Señor que no es lo suficientemente poderoso como para equiparlas, y que el
cumplimiento de su voluntad depende de las capacidades naturales de cada
persona.
Al ser
llamado a sacar a los israelitas de la esclavitud, Moisés se quejó de que él no
era la persona adecuada para la tarea con la excusa de que no sabía hablar bien
(Éx 4.10). La respuesta de Dios
enfatiza que Él no solo era más que capaz de equipar a su líder escogido, sino
que también lograría sus propósitos con o sin Moisés.
Es el Señor
quien nos da la capacidad de vivir dentro de su voluntad. Dios ha prometido que
si le creemos y seguimos adelante en obediencia, nos mostrará lo que quiere que
hagamos, y después nos capacitará para hacerlo. Filipenses 2.13 dice: “Dios es el que
en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. No hay
nada que temer; usted nunca tendrá que hacer algo para Dios para lo cual Él no
le haya equipado. Nuestro Padre celestial se ha comprometido a equipar a sus
hijos para que hagan lo que les pida.
Como
seguidor de Cristo, usted tiene la responsabilidad personal de decir “sí”
cuando Dios le llame, y permitir que Él logre sus propósitos por medio de
usted. Dios no le defraudará. Ver cómo trabaja en su vida fortalecerá su fe e
impulsará el proceso de conformarle a la imagen de Cristo.
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