An Unseen Battle

Feb 26, 2013

Read | Ephesians 6:10-12

Satan does exist—our broken society testifies to his reality. Those who ignore him do so at their own peril. This is also true of Christians, because we are all at war against him. Spiritual warfare is personal; Satan crafts specific attacks for each individual. Though he cannot steal a believer’s spirit from God, he can and does harass us physically, mentally, emotionally, and spiritually. Every ambush and frontal attack is meant to defeat our witness so we can’t live a victorious Christ-centered life.

Our foe is not omniscient, but he is crafty. He observes our strong and weak points to determine the best areas for attack. As soon as his quarry becomes comfortable and least expects trouble, the Adversary springs a trap. Among his most deceptive tactics is hiding behind familiar faces in order to misguide our fury. For example, he may tempt a husband to make an unwise financial decision that angers the wife and leaves her feeling insecure. But the husband is not her enemy—he needs her love and forgiveness. The enemy is always Satan and his legion of demons.

The first rule of warfare is to know one’s enemy, and thanks to Scripture, we can. The Bible also contains an important assurance: “Greater is He who is in you than he who is in the world” (1 John 4:4).

The combined forces of hell cannot equal the supernatural power of a single believer. We have Christ living within us—the same Christ who was triumphant on the cross and whose final victory over Satan is prophesied in Revelation. Through Him, we can conquer Satan and win our unseen battles.

God bless you!

Amen

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