Leer | Colosenses 4.6
7 de noviembre de 2013
Por nuestro deseo de impactar a quienes nos rodean, a menudo nos inspiramos en el ejemplo de personas que han influenciado nuestras vidas. Muchos hemos conocido a hombres o mujeres que crearon en nuestras almas el hambre de conocer más a Dios. Al ver la diferencia que marcaron en nuestra vida, podemos preguntarnos si podremos alguna día tener esa clase de influencia en los demás.
La respuesta es sí, porque Dios mora en cada creyente, haciendo posible que cualquiera de nosotros sea útil. Puede ser tan fácil como decir palabras amables. Si usted nota que alguien está deprimido o atribulado por las circunstancias que se están dando en su vida, tiene la oportunidad de decirle: “Quiero que sepas que aunque las cosas lucen sombrías en este momento, estoy orando por ti. Vas a salir bien de esto”. Puede que esto no suene elocuente o profundo, pero imagínese a usted mismo recibiendo ese aliento en un momento de necesidad. Entonces tendrá una idea de cuán importantes pueden ser esas palabras.
Otra manera de lograrlo, es por medio de la iglesia a la cual asiste. Cada semana, cuando da su contribución en esa congregación para el ministerio de Jesucristo, el Señor utiliza su ofrenda de maneras que usted nunca podría medir. Él sabe cómo multiplicar lo que usted da, para que vaya mucho más lejos de lo que ve.
Puesto que Dios quiere que todos los creyentes tengamos un impacto para su reino, Él espera que usted use las habilidades y oportunidades que le ha dado. ¿Por dónde comenzar? Allí mismo donde está ahora —empiece a hacerlo iluminando el lugar donde vive.
Dios te bendiga!
|
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
Comments
Post a Comment