Skip to main content

Withstanding Satan’s Attacks

Sep 18, 2013

The Enemy’s attacks against our minds are skillful. By watching how we live, he can determine when and where we are defenseless. While he is not omniscient, he knows enough to work against us.
For instance, he directs our attention to something we want, causing us to get so wrapped up in perceived needs that we forget the many wonderful things our Father has already provided. Once we have narrowed our focus to a desire for satisfaction, Satan steps in to meet our craving with what he wants us to have—something that will ultimately draw us away from God.
By observing us, he knows the times and situations when we’re most likely to say yes to temptation. He will do anything in his power to get our minds off the Lord and will distract us even during prayer. In addition, he understands our emotional climate and looks for fatigue, loneliness, and other vulnerabilities that he can exploit. Satan urges us to “want it now” and tries to hide from view any future consequences.
The Enemy works to create doubt in our minds. He wants us to question the truth of the Word, and even to feel unsure about our salvation. Once disbelief sets in, as it did for Adam and Eve (Gen. 3:1-6), our minds will start to rethink the interpretation of Scripture in order to justify our conduct.
Though we may be susceptible to his schemes, we’re not helpless against Satan (2 Tim. 1:7). Since our Father protects us, our Savior intercedes for us, and the Holy Spirit guides us to truth, “resist the devil and he will flee” (James 4: 7).
God bless you!

Comments

Popular posts from this blog

Acción de gracias por dones espirituales

Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús;   porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia;   así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros,   de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;   el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.   Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.    Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer .   Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.   Quiero decir, que cad...

El camino hacia el pesebre

Leer | GÁLATAS 4.1-7 15 de diciembre de 2012 La escena del pesebre refleja uno de los momentos más importantes de la historia. Pero cuando vemos un Nacimiento, olvidamos el largo camino que llevó hasta allí, no simplemente el agotador viaje de José y María para ser contados en el censo, sino también el camino trazado a lo largo de la historia por los conquistadores y los pueblos desplazados. Mientras países caían en turbulencia política o surgían otros con nuevos ideales, Dios estaba construyendo un camino a Tierra Santa, la cuna perfecta para el Mesías. La ruta comenzó en el Edén, donde se derramó sangre por primera vez en expiación por el pecado. La solución temporal —el sacrificio de animales— sería suficiente hasta que Dios promulgara su plan permanente en el “cumplimiento del tiempo” (Gá 4.4). El establecimiento de la nación y la entrega de la ley identificaron a Israel como el pueblo de Dios; estos fueron, también, pasos hacia la conquista de la Tierra Prometida, donde h...

Pablo reprende a Pedro

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, tamb...