Leer | 1 SAMUEL 17.24-47
17 de mayo de 2013
Para llegar a ser la persona que Dios quiere que usted sea y cumplir a cabalidad el trabajo que Él le ha encomendado, debe hacerse las siguientes preguntas:
l. ¿Tengo una idea clara de lo que Dios quiere que yo sea? Trate de poner por escrito adónde cree usted que le está llevando la obra transformadora de Dios. Es importante poder visualizar en qué se convertirá, y el avance que se producirá después de haber alcanzado la meta.
2. ¿Deseo fervientemente lograr las metas que el Señor me ha mostrado?>La pasión es fundamental para motivarle a cambiar y para alcanzar el objetivo. Su grado de compromiso se revelará mediante su motivación y prioridad en cuanto al logro de sus metas.
3. ¿Descansa mi confianza en mi relación con Jesús y sus promesas? (Vea Filipenses 4.13). Es importante tener el hábito de recordar las ocasiones en que el Señor le ha ayudado. Sin confianza en Él, es fácil desanimarse ante los obstáculos.
4. ¿Conozco mi estrategia? Lo importante aquí es tomar acción. Para avanzar es necesario tener una estrategia que le señale la dirección en que Dios quiere que vaya.
5. ¿Me he fijado fechas límites para lograr las metas? Responder sin demoras a la dirección de Dios es esencial si queremos progresar.
Muchas personas no pueden responder categóricamente a la mayoría de estas preguntas. Si ese es su caso, no se desanime. Más bien, reconozca la oportunidad delante de usted: el Señor ya sabía lo que usted respondería, así que Él está esperando para ayudarle.
Dios te bendiga!
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Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
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