Leer | 2 REYES 5.11-17
20 de noviembre de 2012
La obediencia es una acción poderosa que puede desencadenar la gloria de Dios de maneras que están más allá de nuestra imaginación. Pero obedecer es usualmente difícil porque nuestros deseos son probados. Nos asusta hacer lo que Él dice, por temor a perder lo que es importante para nosotros. No obedecer puede, impedirnos recibir lo que más deseamos.
Al comienzo, tres obstáculos impidieron a Naamán obedecer las instrucciones de Dios, y eso casi lo privó de experimentar una curación milagrosa.
El llamado a obedecer, muchas veces pone al descubierto ataduras de las cuales el Señor quiere librarnos. Cuando decidimos responder con fe, Dios se revela a sí mismo de una manera nueva que fortalece nuestra confianza en Él; porque a la larga nuestra mayor necesidad es conocer mejor al Señor.
Dios te bendiga!
Amen
|
Comments
Post a Comment