Leer | 2 CORINTIOS 5.17
29 de noviembre de 2012
Antes de la conversión del apóstol Pablo, nadie hubiera pensado que este hombre tendría un impacto en el mundo para Jesús. De hecho, su objetivo original fue eliminar a todos los cristianos.
La gracia de Dios puede tocar a cualquiera; ningún pecado está más allá del alcance de su perdón. Este maravilloso regalo de la redención transforma las vidas. Contrario a lo que muchos piensan, ser cristiano no significa hacer buenas obras, sino que los creyentes reciben el perdón por la gracia de Dios, y una nueva naturaleza. Nuestra transformación interior produce, obviamente, cambios externos.
Una hermosa ilustración de esto, es la metamorfosis de la mariposa. Una vez que se convierte en una crisálida, la oruga no simplemente actúa o parece diferente por fuera; también ha sufrido verdaderamente una transformación interior.
La transformación de los creyentes se produce en muchas áreas. Por ejemplo, nuestras actitudes cambian: como resultado de la salvación por la gracia, recibimos la humildad y la gratitud. En agradecimiento por este regalo inmerecido, surge la compasión por los perdidos y el deseo de compartir el evangelio. El perdón de Cristo da también como resultado el anhelo de servirle. Servimos dentro y fuera de la iglesia, amando a los demás, ayudando a los necesitados, y hablándoles de la salvación.
Aunque el pecado trae consigo consecuencias, Dios nos brinda perdón y redención por medio de Jesucristo. Él abrió un camino para restaurar nuestra relación con Él. El Señor transforma nuestras vidas para que nos parezcamos más a su Hijo, y reflejemos su amor a los demás.
Dios te bendiga!
Amen
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Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
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