Leer | 2 REYES 5.1-10
19 de noviembre de 2012
Cada vez que seguimos la dirección de Dios, nuestra obediencia le abre la puerta para que Él pueda hacer grandes cosas en nuestras vidas. Pero a menudo nos resistimos a obedecerle, porque sus instrucciones no parecen prácticas, mas bien descabelladas; por tanto, dudamos de sus intenciones para con nosotros.
Naamán no podía entender por qué le diría el Señor que se lavara siete veces en el río Jordán. Pensaba que ya había ejercido fe al venir a ver al profeta Eliseo. Esperaba la curación sobrenatural de su enfermedad, no ser enviado a lo que le parecía una misión ilógica y estúpida. Después de todo, el gran comandante sirio no había visto a nadie que al sumergirse en las turbias aguas hubiera sido sanado. Pero las instrucciones de Dios eran específicamente para él.
Si usted decide seguir lo que Dios le dice que haga en base a lo que ha visto haciendo en otros, se perderá de lo mejor que Él tiene para usted. Supongamos que Naamán hubiera decidido que no podía hacer algo que parecía tan absurdo. Habría muerto leproso. Del mismo modo, si decide no obedecerle, nunca sabrá lo que Él habría hecho de haber confiado.
Las necesidades son oportunidades para que Dios transforme las vidas de sus hijos. Para que lleguemos a ser todo lo que Él quiso que seamos, debemos aprender a creer en su fidelidad, y obedecer.
Cuando enfrente un reto, usted tiene dos alternativas. Puede concentrarse en lo que le falta, y en cómo Dios no parece estar respondiendo. O, reconocer que su necesidad indica el deseo de Él de enseñarle algo… y regocijarse por todo lo que Él tiene previsto para que usted logre.
Dios te bendiga!
Amen
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Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
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