Leer | JONÁS 1 28 de septiembre de 2012 Cuando Jonás huyó del Señor, probablemente pensó que había escapado de una tarea indeseable. Pero la rebeldía nunca hace que la vida sea mejor o más fácil. Pronto se encontró en una situación aún menos agradable: un desesperado viaje dentro de un pez. En la historia se destacan dos cosas: La determinación de Jonás de escapar . El renuente profeta abordó una embarcación que iba en dirección contraria. Quizás usted ha tenido el mismo problema que Jonás: los planes de Dios no coinciden con los suyos. Podemos vivir tranquilamente y en dulce comunión con el Señor hasta el día en que Él nos pida que hagamos algo que no nos guste. Es cuando se prueba nuestra devoción a Dios. Si usted se resiste, Él dejará que una tormenta haga estragos en su alma, hasta que se someta a su autoridad. La persistencia de Dios de perseguirlo . Como profeta, Jonás tenía que hablar en nombre del Señor, un compromiso que Dios toma en serio. Usted notará en el pasaje...