Leer | GÉNESIS 22.1-3
4 de septiembre de 2012
Aunque muchas veces es una lucha ponerlo todo en el altar, una cosa que he aprendido es que usted no tiene que entender cómo Dios va a realizar sus planes. Lo único que Él le pide es que rinda su voluntad a la suya, y que confié en que Él le mostrará el camino (Pr 3.5, 6). La disposición de Abraham de abandonar lo de más valor para él, provenía de su fe inquebrantable en la fidelidad del Señor.
Sin embargo, si usted le dice no a Dios porque Él no le ha explicado la razón por la que quiere que haga algo, entonces usted se estará privando a sí mismo de la bendición. Pero cuando le dice sí, Dios derrama su bondad y recompensa su obediencia. Lo que importa más que las bendiciones materiales, son las cosas que Él nos está enseñando espiritualmente. Tenga presente que su manera de recompensar no es como la de un padre que le niega algo su hijo hasta que éste haga lo que él le pide. En realidad, obedecer al Señor nos posiciona para recibir lo que Él ya está tratando de darnos y de lograr en nuestras vidas. Por eso, cuando no confiamos en Él y nos negamos a hacer lo que dice, somos nosotros los que decidimos rechazar las bendiciones.
¿Qué le ha dicho Dios que haga? ¿Ha estado cooperando solo a medias? ¿O, como Abraham, ha renunciado a su necesidad de entender las razones para obedecer totalmente?
Si el Señor le dice que dé más de lo cree que puede dar, sepa que Él proveerá lo que necesita con toda seguridad. Ya sea que todo marche bien, o que se le haya abierto el piso bajo sus pies, Él es siempre fiel. Usted puede descansar en la seguridad de que el Todopoderoso cumplirá su Palabra eterna.
Dios te bendiga!
Amen
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Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
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