Leer | LUCAS 12.15-21
25 de septiembre de 2012
La muerte es inevitable. Quizás usted conoció a alguien que murió de una manera inesperada.
La parábola de hoy es una advertencia al respecto. Habla de un hombre que tuvo comodidades y riquezas, pero solamente durante su vida terrenal. La muerte le vino sin aviso, y el hombre no pudo llevarse nada consigo. Dios lo llamó necio por haber vivido concentrado en él mismo.
Aunque rico a los ojos del mundo, este hombre no tuvo ninguna relación con Dios, ni invirtió nada en el reino de Cristo. Todos los tesoros que almacenó no le sirvieron de nada cuando murió. Y por no tener al Señor Jesús, estaría separado de Dios para siempre.
Cuando pienso en las decisiones de esta persona, me vienen a la mente dos preguntas en las que todos debemos reflexionar. Primero, si usted muriera hoy, ¿iría al cielo? La salvación es un regalo para quienes ponen su fe en Jesús como el sacrificio aceptable por su pecado. Él es el único camino —de nada sirven las excusas ni aun la creencia sincera en otros “caminos”. Jesús ha prometido que cuando un creyente muere, inmediatamente va a la presencia de Él (2 Co 5.6).
Segundo, ¿es el egoísmo lo que le motiva a acumular riquezas para sí mismo? ¿O su motivación es impulsar el reino de Dios?
Como el hombre de esta parábola, no sabemos cuándo moriremos. Lo que sí sabemos es que la muerte es inevitable. Aunque la muerte es un tema desagradable, la eternidad es muy larga y digna de nuestra atención. Definitivamente, asegurarse de la salvación y de invertir en el reino de Dios.
Dios te bendiga!
Amen
|
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
Comments
Post a Comment