Skip to main content

La promesa de sanar

Leer | SANTIAGO 5.13-18

9 de agosto de 2013

¿Se ha preguntado alguna vez por qué hoy vemos menos milagros que los que cuenta la Biblia? Dios no ha cambiado, ni tampoco su poder. Y nuestras necesidades no son menos que las de aquel tiempo.

Santiago 4.2, 3 indica dos razones: “No tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”.

El poder de Dios puede también ser estorbado por la falta de fe. En efecto, porque la gente del propio pueblo del Señor Jesús lo rechazó, Él hizo pocos milagros allí (Mt 13.57, 58).

Hay otra razón, y ésta puede ser más difícil de comprender y aceptar; a veces, la misericordiosa y perfecta voluntad del Señor, es que nuestra salud no sea restaurada de inmediato —o que nunca lo sea. Él puede tener una lección que enseñarnos, que requiera el sufrimiento para que podamos escuchar y entender.

Porque nuestro Padre celestial tiene conocimiento de todo, Él puede permitir que la dificultad persista. Pablo le pidió tres veces a Dios que le quitara “un aguijón en [su] carne” (2 Co 12.7); pero finalmente comprendió que éste permanecería, y que el poder del Señor se perfecciona en la debilidad.

Dios desea que usted le busque como Señor y Sanador. Ore con fe en el nombre del Señor Jesucristo, trayéndole sus peticiones, pero también rindiéndose a la voluntad que Él tenga para su vida. Confíe en que Él tiene el poder de hacerlo todo, y que lo que el Señor haga será lo mejor para usted y para la gloria de Él. ¡Nuestro Padre celestial sigue haciendo milagros!

Dios te bendiga!!

Comments

Popular posts from this blog

COMMIT TO

In the face of widespread insecurity, fear, and hopelessness, our nation desperately needs your prayers. Join us in praying for our nation, that God will heal our land.

Pablo reprende a Pedro

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, tamb...

El quebrantamiento de Pedro

If you are unable to see the message below, click here to view .     Leer | Lucas 22.54-62 11 de noviembre de 2014 El orgullo de Pedro era un obstáculo para los propósitos de Dios. Cristo buscaba a un siervo-líder para que guiara a los creyentes una vez que Él regresara al cielo. El antiguo pescador era un impulsivo sabelotodo, pero el Señor vio su potencial a pesar de su arrogancia. Por eso, el gran Artesano utilizó una filosa herramienta —la humillación— para quebrantarlo. Cuando las palabras del Señor estuvieron en conflicto con la opinión de Pedro, el discípulo reprendió temerariamente a Jesús. El Salvador respondió con una virulenta reprimenda, tanto para silenciar como para enseñar ( Mt 16.21-23 ; Jn 13.5-8 ). Inclusive, Pedro incumplió su promesa de morir por el Señor cuando lo negó tres veces ...