Leer | 1 JUAN 5.13
30 de agosto de 2013
Cuando el apóstol Juan escribió a la iglesia primitiva, Juan quiso dejar perfectamente claro que Dios ofrece a sus hijos vida eterna. Los hombres y las mujeres que están en Cristo, no deben tener ningún miedo a la muerte física, porque sus verdaderas vidas —sus vidas eternas— están seguras en Jesús.
El pasaje de hoy es único porque Juan afirma claramente en él su propósito al escribir. El objetivo de su ministerio era fortalecer a los creyentes con la fe inquebrantable de la vida eterna en Cristo. La base para esta verdad radica en:
1. Las promesas inmutables de Dios. Una y otra vez en su evangelio y en sus cartas, el apóstol declara la garantía de Dios en cuanto a la vida eterna. Por ejemplo, cita las promesas de Jesús sobre la eternidad, en Juan 3.16; 6.40; 10:27-30.
2. El amor incondicional de Dios. Nuestro Padre celestial nos ama tanto, que quiere relacionarse eternamente con cada uno de nosotros. Para lograr esto, Él demostró su amor de una manera asombrosa: al darnos la salvación a un gran precio (Ro 5.6-11; 8.3-39).
3. La obra consumada por Cristo en la cruz. Al ofrecer su vida en sacrificio expiatorio por nosotros, Jesús proveyó el medio de salvación de una vez por todas. Nuestra parte es aceptar el regalo que Él nos da sin restricciones (He 10.23-28).
4. El testimonio del Espíritu de Dios a nuestro corazón. Nuestro Padre celestial pone su Santo Espíritu en cada creyente para dar testimonio de la verdad de nuestra salvación (Ro 8.15-17).
La Biblia nos dice que podemos tener la absoluta seguridad de nuestra salvación en Cristo. ¿Refleja esta confianza su vida?
Dios te bendiga!
|
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
Comments
Post a Comment