Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. (Romanos 3:22-24 NVI) Leyeron esto, no hay distinción todos hemos pecado. Por eso confirmo que yo sigo siendo pecador y necesito leer la palabra de Dios y congregarme más y más para lograr cambios en mi vida, que reflejen una diferencia en mi que ayude como testimonio a la vida de las personas que aún no le conocen. Primer paso es reconocer que eres pecador, si no te niegas a ti mismo,vuelve el "Yo" lo puedo hacer solo y desde mi hogar. Busca en donde congregarte es necesario para la obra de Dios. Orar sin cesar!! Dios te bendiga!! Amén
Comments
Post a Comment