Leer | HECHOS 5.29-32
11 de junio de 2013
Obediencia se define como subordinación al plan; conformidad con la norma; cumplimiento de las reglas; y sumisión a la voluntad de otro. La obediencia es lo primordial en la vida cristiana. Por ello, antes de tomar cualquier decisión, debemos saber lo que dice la Biblia en cuanto al asunto, qué acción quiere Dios que tomemos, qué actitud nuestra le agrada, y qué pasos hay que dar.
Obedecer significa hacer lo que Dios dice, en el tiempo y de la manera que dice que lo hagamos. Tenemos, entonces, que conocer sus instrucciones, porque no podemos cumplir con algo que no sabemos. El Espíritu Santo nos ayuda a relacionar nuestra situación con las instrucciones divinas, y a decidir cuál es la forma de proceder más prudente.
Sin embargo, una vez que decidimos obedecer y transitar por ese camino, podemos esperar oposición del enemigo. Éste puede utilizar las distracciones para desviar nuestra atención o tentarnos para debilitarnos poco a poco por medio de pequeños pasos de desobediencia. Pero, aunque Satanás quiere que desobedezcamos, podemos resistirlo renovando nuestra resolución de obedecer al Padre, así como lo hacía Jesús. Una obediencia como la de Cristo requiere el conocimiento de la Palabra (Mt 4.1-10), una acción obediente, y la determinación y la disposición de sufrir todas las consecuencias que se deriven de nuestra sujeción.
Cada vez que usted es tentado a desobedecer al Señor, su fidelidad y su lealtad a Cristo están en juego. Hágase estas preguntas: ¿Está aumentando mi comprensión de la Biblia? ¿Qué tan decidido estoy a obedecer al Señor?
Dios te bendiga!
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Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
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