Leer | ISAÍAS 40.9-14
10 de junio de 2013
La fe inquebrantable se desarrolla cuando aceptamos las verdades de la Biblia, entre ellas, la soberanía de Dios. Para tener la fe que nos permite tener tranquilidad bajo las pruebas más difíciles, necesitamos saber que el Señor tiene siempre el control.
¿Qué considera cierto acerca del Padre celestial? Puede ser difícil creer en la soberanía de Dios cuando un ser querido recibe un diagnóstico catastrófico, o al perder su empleo. Cuando escucha noticias de destrucción, puede resultarle aun más difícil reconciliar esa verdad de la Biblia con las evidencias a su alrededor.
Dios nos invita a descubrir la realidad de su soberanía en las páginas de su Palabra, y a venir a Él con fe. Nos llama a que conozcamos la Verdad —a Jesucristo (Jn 14.6). Está esperando que recurramos a Él con nuestros temores y nuestras dudas, para poder mostrarnos la profundidad de su amor y de su sabiduría.
Dios ha llenado su Palabra con evidencias de su soberanía y cuidado de nosotros. ¿Anhela usted saber cómo es Él? Si es así, recuerde la promesa del Señor: “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jer 29.13). Deseche cualquier idea preconcebida en cuanto a la manera en que Dios debe actuar, y el Espíritu Santo le revelará que el Señor es exactamente quién dice ser. Luego, cuando se acerque para conocerle más plenamente, su fe crecerá en profundidad y en firmeza.
El Señor Jesús nos invita a acercarnos y a aprender de Él (Mt 11.28).
Dios te bendiga!
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Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
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