Leer | LUCAS 15.11-24
16 de octubre de 2012
En la parábola del hijo pródigo, el hermano menor pidió recibir su herencia antes de tiempo, para poder vivir según su voluntad. Después que el Padre le dio su parte, tomó muchas decisiones imprudentes que lo llevaron al hambre y a la indigencia. Lo que pasó después ilustra el principio del arrepentimiento según Dios.
Después de despilfarrar todo su dinero, el joven se encontró alimentando puercos, uno de los trabajos más bajos. Un día volvió a sus cabales y reconoció su terrible situación. Su arrepentimiento comenzó con la conciencia de que había pecado contra Dios (v.18) y que la situación que vivía era como consecuencia de sus propios actos. Al reconocer su comportamiento pecaminoso, declaró que ya no era digno de ser llamado hijo de su padre. Su sincero arrepentimiento y su confesión llevaron al joven a dejar todo y regresar a su casa. Su arrepentimiento fue completo cuando se volvió de sus viejos caminos y regresó a su padre. El Señor nos llama, del mismo modo, a arrepentirnos y volver a Él.
¡Qué gran bienvenida recibió el hijo pródigo! Después de verlo, el padre se llenó de compasión y corrió a abrazarlo. El hijo recibió perdón y aceptación, dos bendiciones que Dios ofrece a todo aquel que le pida.
El hijo pródigo no se limpió a sí mismo antes de volver al hogar. Simplemente dejó su vieja vida, regresó a casa, y confió en la misericordia de su padre. También el Señor nos llama a arrepentirnos, y nos ofrece perdón cuando nos apartamos de nuestros caminos, y buscamos la santidad (1 Jn 1.9).
Dios te bendiga!
Amen
|
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
Comments
Post a Comment