Leer | EFESIOS 5.14-17
18 de octubre de 2012
Nuestras vidas se rigen por el tiempo. Es por eso que relojes y calendarios dictan nuestras actividades. Con el paso del tiempo nos preguntamos a dónde se nos fue el día. Cuando aumentan las responsabilidades y las presiones, nos quejamos: “¡No me alcanza el tiempo para hacerlo todo!” Pero la realidad es que Dios nos ha dado suficiente tiempo para hacer lo que Él ha previsto para nuestras vidas. Quizás el problema más grande es saber si estamos utilizando nuestro tiempo para hacer nuestra voluntad o la del Señor.
El tiempo es un regalo de Dios, y el Señor nos ha asignado una medida del mismo en el cual vivir y cumplir sus propósitos. Solo tenemos dos opciones: gastarlo temporalmente en nuestros propios intereses, o invertirlo para la eternidad. Dado que el tiempo nunca puede ser recuperado o revertido, es esencial que aprovechemos al máximo todas las oportunidades que nos da el Señor.
La clave para invertir en la eternidad, es obedecer el plan de Dios, y no es llenarnos de actividades. Jesús tuvo solo treinta y tres años de vida en la Tierra, pero solamente utilizó los últimos tres para realizar su ministerio mesiánico. Para nosotros, eso parece una pérdida de tiempo, pero Cristo hizo la voluntad del Padre. Fue por eso que pudo decir en la cruz: “Consumado es” (Jn 19.30)
La Biblia asemeja a la vida terrenal a “neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece” (Stg 4.14), pero la vida eterna no tiene fin. Es una tontería gastar la vida en una neblina, cuando usted puede cosechar bendiciones eternas obedeciendo la voluntad de Dios.
Dios te bendiga!
Amen
|
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
Comments
Post a Comment