Leer | JEREMÍAS 29.11-13
23 de enero de 2013
A diferencia de la voluntad expresa, la voluntad tácita de Dios nos brinda la alternativa de hacer las cosas siguiendo nuestra voluntad o la de Él. El Señor crea un plan específico utilizando los dones y talentos especiales que tienen los creyentes, y desea compartir su voluntad tácita para que podamos tener vidas victoriosas.
Primero, Dios desea que obedezcamos las leyes morales, como los Diez Mandamientos, que se aplican a todo el mundo. En la Biblia, encontramos principios que pueden traer gozo y significado a nuestras vidas, tales como el mandato de dar siempre gracias y de poner de lado el rencor en favor del perdón (1 Ts 5:18; Ef 4:31, 32).
Seguir estos principios básicos nos permite descubrir la segunda parte de la voluntad tácita de Dios: sus propósitos para nuestra vida personal. Un buen ejemplo es la vocación. Antes de que naciéramos, Dios nos predestinó para que tuviéramos habilidades, talentos y dones espirituales, que se adaptan a ciertos tipos de trabajos.
Por último, la voluntad tácita de Dios está activa en nuestra vida diaria. Lo que nos interesa a nosotros también le interesa a Él, no importa lo trivial que sea. Por ejemplo, todos hemos orado desesperados cuando no encontrábamos algo que estábamos necesitando. Muchas veces, encontramos el objeto en cuestión de segundos porque el amoroso Padre nos llevó justo adonde estaba.
El Señor quiere actuar poderosamente en nuestra vida, y Él enviará bendiciones si le obedecemos. Recuerde que Él es un padre bueno, que además es omnisciente y omnipotente, y esa es una combinación invencible, no importa lo que venga contra nosotros.
Dios te bendiga!
Amen
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Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa , y que no haya entre vosotros divisiones , sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer . Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cad...
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