Skip to main content

El propósito de Dios para el creyente



3 de julio de 2012

Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros; de no ser así, nos habría llevado al cielo en el momento que fuimos salvos.

El Señor quiere influir en otros por medio de nosotros. El propósito de Dios es que seamos un vaso mediante el cual Cristo fluya hacia los demás, alcanzando a quienes sufren y necesitan con desesperación un Salvador. Después de ser salvos, nuestra participación es triple.

Primero, amamos a otros. Jesús dijo claramente que este es uno de los mandamientos más grandes (Mt 22.38, 39).

Segundo, compartimos la buena noticia de la salvación (Hch 1.8). Algunos van al otro lado del mundo para anunciar el evangelio, mientras que otros enseñan a los vecinos de su calle. El Espíritu Santo nos dirigirá a las personas indicadas si estamos dispuestos a obedecer.

Tercero, servimos de diversas maneras: ayudando a los necesitados, compartiendo nuestros recursos y orando por los demás. El Señor Jesús es nuestro ejemplo perfecto de las tres maneras. Toda su vida se caracterizó por su interés por las personas —de quienes lo amaban, y de quienes lo aborrecían. De hecho, la Biblia enseña que se humilló a sí mismo y que se volvió como uno de nosotros para dar su vida en rescate nuestro. No hay amor más grande; no hay un acto de servicio mayor.

La Biblia puntualiza claramente el propósito de Dios para el creyente. Amar a los demás, evangelizar y servir nos dará una gran satisfacción. En realidad, seguimos estando en este mundo, no para escuchar más enseñanza, sino para ponerla por práctica y compartir con otros lo que ya sabemos.

Dios te bendiga!
Amen!

Comments

Popular posts from this blog

COMMIT TO

In the face of widespread insecurity, fear, and hopelessness, our nation desperately needs your prayers. Join us in praying for our nation, that God will heal our land.

Pablo reprende a Pedro

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, tamb...

El quebrantamiento de Pedro

If you are unable to see the message below, click here to view .     Leer | Lucas 22.54-62 11 de noviembre de 2014 El orgullo de Pedro era un obstáculo para los propósitos de Dios. Cristo buscaba a un siervo-líder para que guiara a los creyentes una vez que Él regresara al cielo. El antiguo pescador era un impulsivo sabelotodo, pero el Señor vio su potencial a pesar de su arrogancia. Por eso, el gran Artesano utilizó una filosa herramienta —la humillación— para quebrantarlo. Cuando las palabras del Señor estuvieron en conflicto con la opinión de Pedro, el discípulo reprendió temerariamente a Jesús. El Salvador respondió con una virulenta reprimenda, tanto para silenciar como para enseñar ( Mt 16.21-23 ; Jn 13.5-8 ). Inclusive, Pedro incumplió su promesa de morir por el Señor cuando lo negó tres veces ...