Skip to main content

Cuando se abusa de la paciencia de Dios

20 de agosto de 2012
¿Alguna vez ha desatendido la voz acusadora de su corazón? Tal vez excusó su culpabilidad pensando que si Dios hubiera estado realmente molesto, le habría disciplinado inmediatamente. El Salmo 50.21 nos recuerda que el silencio del cielo no significa consentimiento. Permanecer pecando es abusar de la paciencia del Señor.
Cuando Dios parece lento para reaccionar, podríamos pensar que está pasando por alto nuestras faltas, pues nos gustaría continuar en el pecado, ya que el placer momentáneo es más atractivo que la obediencia. Pero, por fortuna, el Padre celestial conoce nuestras debilidades, nuestra carnalidad innata, y el estado de nuestro crecimiento espiritual, y por eso modera su respuesta. Motivado por el amor y el deseo de hacer volver a sus hijos al camino recto, Dios se abstiene de castigarnos de inmediato. En vez de eso, espera que el Espíritu Santo aguijonee el corazón del creyente. El peso de la culpa es, en realidad, una invitación para que no sigamos pecando y volvamos al temor de Dios.
Pero cuando somos tercos, persistimos en el pecado, porque la sentencia contra la mala obra no se ejecuta de prisa (Ec 8.11). En esa peligrosa situación es posible que nos sumerjamos más en el pecado y endurezcamos nuestro corazón contra Dios. Entonces, el llamado del Espíritu Santo al arrepentimiento cae en oídos espiritualmente sordos.
A medida que aprendemos y entendemos más acerca de Dios y sus caminos, somos más responsables de vivir rectamente. El Señor no se tarda, sino que es paciente. No abuse de su paciencia con apática desatención a sus preceptos. Arrepiéntase, y sea santo a los ojos del Señor.

Dios te bendiga!
Amen

Comments

Popular posts from this blog

COMMIT TO

In the face of widespread insecurity, fear, and hopelessness, our nation desperately needs your prayers. Join us in praying for our nation, that God will heal our land.

Pablo reprende a Pedro

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, tamb...

El quebrantamiento de Pedro

If you are unable to see the message below, click here to view .     Leer | Lucas 22.54-62 11 de noviembre de 2014 El orgullo de Pedro era un obstáculo para los propósitos de Dios. Cristo buscaba a un siervo-líder para que guiara a los creyentes una vez que Él regresara al cielo. El antiguo pescador era un impulsivo sabelotodo, pero el Señor vio su potencial a pesar de su arrogancia. Por eso, el gran Artesano utilizó una filosa herramienta —la humillación— para quebrantarlo. Cuando las palabras del Señor estuvieron en conflicto con la opinión de Pedro, el discípulo reprendió temerariamente a Jesús. El Salvador respondió con una virulenta reprimenda, tanto para silenciar como para enseñar ( Mt 16.21-23 ; Jn 13.5-8 ). Inclusive, Pedro incumplió su promesa de morir por el Señor cuando lo negó tres veces ...